lunes, 23 de octubre de 2017

pobreza

La pobreza no afecta solamente al estado económico de un país y de la gente en particular. Ya he analizado anteriormente su estrecha relación con la educación, causando un déficit difícil de solventar a corto plazo y dando como resultado pobres analfabetos que tienen menos posibilidades de sobrevivir dignamente en un mundo globalizado y que exige mayores condiciones para acceder a trabajos, aun de escasa significación. 

La pobreza, como consecuencia del desempleo, ha causado no solamente pauperización, desnutrición y analfabetismo, sino que ha afectado sanitariamente en forma severa a la población, con la aparición de enfermedades consideradas extinguidas, nuevas formas de enfermar que constituyen las denominadas enfermedades de la pobreza y el desempleo en nuestro país. Entre ellas, el proceso de despersonalización y anonimización que se observa en capas etarias de la sociedad y en los estratos más carenciados, alterándolos no solamente biológicamente, sino además en facetas que hacen a su personalidad e identidad.

El trabajo es más que una manera de ganar dinero,, de lograr un medio de vida o la forma de lograr productos y riqueza. Pero, fundamentalmente, en la opinión de Abdala,” el marco donde también se constituye la subjetividad psíquica, lo cual lo transforma en un derecho humano y un derecho a la vida…”. No es una novedad que los índices de insalubridad y enfermedad aumentan en la medida que lo hacen el desempleo y la pobreza. Afirma este autor en una publicación semanal difundida, que “ la realidad muestra que la falta de trabajo o la precariedad del mismo ejercen mayores efectos nocivos sobre la salud que en aquellos trabajos considerados perjudiciales o insalubres “ y que si la pérdida o ausencia de trabajo es inesperada , trae consigo una serie de emociones negativas que afectan la capacidad de responder en forma adaptativa a la nueva condición de vida, estado al que denomina “ psicopatología del desempleo” . 

La desocupación afecta globalmente al individuo. No solamente lo priva de los recursos económicos necesarios para vivir y mantener a su familia, sino además lo priva de los efectos estimulantes y saludables que da la actividad laboral, de la estimulación sensorial de los aportes narcicísticos y del soporte a un grupo de pertenencia, creando de esta manera un desarraigo social y psicológico del individuo. 

Otro problema relacionado con la pobreza y de enorme incidencia en nuestro país es el de la salud en relación a cierta prevalencia de enfermedades antes significativamente bajas en la estadística y hoy prevalentes en ciertas comunidades ..Antes se enfermaba porque se era pobre, hoy la enfermedad ha pasado a ser una ecuación conexa con la pobreza y su causa y consecuencia. El estado de salud de nuestro país empeora a medida que los indicadores socioeconómico lo hace. 

Y aparecen en nuestro panorama médico las denominadas “ enfermedades de la pobreza”, muchas de las cuales se habían considerado desterradas por el avance de la ciencia médica. Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha denominado a esta situación como “el cáncer de la pobreza” , para significar su enorme dimensión social y sanitaria . Uno de estos padecimientos importantes hoy en día referidos al tema de la pobreza es, justamente, el cáncer, cuya cifra ha aumentado significativamente en los estratos más pobres de la población mundial, ya que de los 7.6 millones de casos que se producen por años, 4.8 millones lo hacen en países en desarrollo, sobre todo en los estados africanos..Cita como causas coadyuvantes para este desarrollo al crecimiento demográfico, el envejecimiento de la población, los sistemas y presupuestos de atención médica – generalmente deficitarios en los países pobres_, los estilos de vida no saludables y la falta de control de enfermedades infecciones relacionadas con el cáncer .Esta cifra subirá en un 40 % los próximos veinte años . 

La falta de atención médica, debido en la mayoría de los casos por falta de tiempo y recursos para atender las necesidades de los pacientes, la carencia de insumos y aparatología adecuada para el tratamiento de este padecimiento – por ejemplo drogas quimioterápicas y aparatos de radioterapia, entre otros- , agravan notablemente la situación. Si a ello agregamos la corrupción y la estafa que ciertas instituciones cometen contra sus afiliados y público en general – de notorio conocimiento a través de la prensa - , que permite falsificar medicamentos vitales para curar la enfermedad , se nos presenta un panorama desolador frente a esta explosión de casos cuyo origen se halla fundamentalmente en la existencia de pobreza, desnutrición y pauperismo de nuestros pueblos sudamericanos sobre todo. 

En el mundo muere una embarazada cada minuto y nuestro noroeste no es la excepción. 

De estos casos, mas de un 60% son pobres y esta mortalidad materna reconoce al menos tres causas relacionadas íntimamente a cuestiones socioeconómicas como son el aborto, la mala o deficiente atención de ,los partos y la hipertensión por gestosis, padecimientos frecuentes entre los pobres por razones de baja atención médica, dieta deficitaria o inconveniente y falta de acceso a la medicación adecuada. 

Es necesario, pues, insistir con propuestas para paliar la situación, cosa que he hecho a través de mi propuesta del desarrollo de una EPEP , una Ética para la Erradicación de la Pobreza, cuyos lineamientos generales tienden a modificar en el tiempo los individuos y las organizaciones para cambiar la mentalidad de gobernantes y gobiernos, que planteen soluciones de coyuntura que vayan mas allá de planes y ayuda social, que no mejoran la situación económica y mucho menos la problemática de salud de los pobres de nuestro país, que siguen esperando soluciones de fondo a su situación social y económica. 

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